jueves, 4 de febrero de 2010

COMENTA Y ANALIZA

Baroja, Pío




La Busca

" A los tres meses de entrar Manuel allá, la Petra fue a ver al tío Patas, y le dijo que diera al chico algún jornal. El tío Patas se echó a reír; le parecía la pretensión el colmo de lo absurdo, y dijo que no, que era imposible: que el muchacho no ganaba el pan que comía.
Entonces la Petra buscó otra casa para Manuel, y lo llevó a una tahona en la calle del Horno de la Mata, a que aprendiera el oficio de panadero.
En la tahona, para comenzar el aprendizaje, le pusieron en el horno, a ayudar al oficial de pala. El trabajo era superior a sus fuerzas. Se tenía que levantar a las once de la noche, y comenzaba por limpiar con una raedera unas latas de hierro, en donde se cocían los bollos, pasándolas, después de frotadas, con una brocha untada en manteca derretida; hecho esto, ayudaba al oficial de pala a sacar la brasa del horno con un hierro; luego, mientras el hornero cocía, iba cogiendo tablas pesadísimas, cargadas de panecillos, y las llevaba del amasadero a la boca del horno; y cuando el oficial metía los panecillos dentro, volvía Manuel con las tablas al amasadero. A medida que el pan salía del horno, lo mojaba con un cepillo empapado en agua, para dar brillo a la corteza. A las once de la mañana se concluía el trabajo, y en los intervalos de descanso, Manuel y los trabajadores dormían.
La vida allí era horriblemente penosa.
La tahona ocupaba su sótano oscuro, triste y sucio. Estaba el piso del sótano por debajo del nivel de la calle, la cual tenía unas ventanas con cristales tan oscurecidos por el polvo y las telarañas, que no dejaban pasar más que una luz turbia y amarillenta. A todas horas se trabajaba con gas."

PÍO BAROJA: La busca


ANALIZA MORFOSINTÁCTICAMENTE LAS FRASES SIGUIENTES:

La vida allí era horriblemente penosa.
La tahona ocupaba su sótano oscuro, triste y sucio.